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martes, 5 de junio de 2007

Desarrollo

"El hombre estaba sentado solo.
Empapado hasta los huesos de tristeza.
Y todos los animales se le acercaron y dijeron: No nos gusta verte tan triste. Piensa lo que quieras y lo tendrás.
El hombre dijo: Quiero tener buena vista.
El Buho respondio: Tendras la mia.

El hombre dijo: Quiero ser fuerte.
El jaguar dijo: Seras fuerte como yo.
Luego el hombre dijo: Anhelo saber los secretos de la tierra.
La serpiente respondió: Yo te los enseñaré.
Y así fue con todos los animales.
Cuando tuvo todos los dones que podían dar... se marchó.
Y el búho les dijo a los otros animales: Ahora el hombre sabe mucho y puede hacer muchas cosas. De pronto, siento miedo.
El ciervo dijo: Ya tiene todo lo que necesita. Ahora su tristeza acabará.
Pero el buho respondió: No. Vi un profundo agujero en el hombre como un hambre que jamás saciará. Es lo que lo hace triste y lo que hace que siempre quiera más.
Seguira teniedo y tomando... hasta que un día el mundo dirá:
Ya no existo más y no me queda nada que dar".

-Leyenda maya, fragmento de película Apocalypto-

Viendo la película apocalypto el otro día, en un fragmento poco relevante se cuenta esta leyenda, y la verdad me pareció muy buena y digna de ser analizada en este blog.
En nuestro mundo globalizado con un módelo económico neoliberal, se pone como estandarte principal, el crecimiento económico, el producir más y producir mejor, mejorar las tecnologías día a día, alcanzar nuevos horizontes impensados. Es decir, nuestro paradigma actual es un reflejo claro de la "predicción" realizada por el búho: "Vi un profundo agujero en el hombre como un hambre que jamás saciará. Es lo que lo hace triste y lo que hace que siempre quiera más". Cada día tenemos más como sociedad, pero seguimos queriendo más, la ciencia no se detiene en cuanto a avances y sigue adelante sin jamás mirar atrás. Y esa situación también se observa a nivel micro, a nivel individual y familiar, donde se experimenta esas mismas ansias de "vivir mejor", "tener una situación económica más cómoda", o derechamente tener el mejor auto o la mejor casa posible.
Contrastando esta situación tenemos el inocente comentario del ciervo: "
Ya tiene todo lo que necesita. Ahora su tristeza acabará". De verdad este frase da mucho para reflexionar, no tanto como la del búho, puesto que dicha situación es mucho más aparente, no se necesita pensar mucho para constatar ese hambre de progreso de la humanidad. Pero aquí surge la siguiente pregunta (que en mi mente globalizada casi la auto censuro y me horrorizo al sólo pensarla) ¿No tendremos ya todo lo que necesitamos? ¿Para qué seguir progresando? ¿No nos deberíamos quedar con lo que ya tenemos a nuestro alcance y no buscar más allá de ello?
Claramente no existe aquí una respuesta buena o mala, argumentos en contra de mis preguntas son muchos, casi evidentes, como por ejemplo, que el avance de la ciencia médica puede salvar muchas vidas, que las nuevas tecnologías alimentarias pueden acabar con el hambre del mundo, que las nuevas tecnologías comunicacionales nos acercan cada día más, etc.
Sin embargo, respuestas que afirmen las preguntas realizadas son mucho menos evidentes y claramente no es frecuente escuchar cosas de ese estilo, puesto que los sectores segregados, los grupos revolucionarios, normalmente no piden que no se siga adelante, sino por el contrario, que los incluyan o integren en ese crecimiento. Pero repitamos una vez más las palabras del ciervo: "Ya tienen todo lo que necesitan". Antes de decir si, tenemos todo lo que necesitamos para suplir nuestras necesidades básicas, no hagamos nada más; quisiera ser un poco más realista, no es el punto el parar de crecer, sino más bien el de que tenemos todo lo que necesitamos para suplir las necesidades básicas de todos, no nos excusemos en "con este invento nuevo que está por salir acabaremos con el hambre del mundo", no, hoy y no mañana podemos acabar con los mayores problemas que nos aquejan como sociedad (excepto el daño ambiental, que es irreparable a corto plazo).
Para no extenderme más aun, lo último lo dejaré sólamente plantead0 para su reflexión: "Seguirá teniendo y tomando, hasta que un día el mundo dirá: Ya no existo más y no me queda más que dar". ¿Cuanta cercanía puede tener esta frase con el ritmo actual del calentamiento global?






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